
El pasado domingo 5 de octubre un total de 72 personas fallecieron en Kirguizistán, otras 38 personas, entre ellas siete niños, fueron evacuadas de las zonas más afectadas en helicóptero, dejó un centenar de heridos, unos 120 edificios destruidos así como carreteras e infraestructuras. El terremoto destruyó la localidad de Nura, en la frontera, cuya población está en torno un millar de habitantes. El epicentro se localizó precisamente en esta zona. Aunque los sismólogos advirtieron de posibles réplicas parece ser que aun no se han producido ni una. El presidente kirguís, Kurmanbek Bakiyev, visitó las zonas afectadas, además ha ordenado al Gobierno que preste asistencia a las víctimas y haga las gestiones necesarias para hacer frente a la tragedia